jueves, 1 de enero de 2009

paraisos perdidos


La isla, de Giani Stuparich (Trieste, 1891-Roma, 1961), contiene en su breve dad más delicadeza moral, instrucción vital y sabiduría narrativa que la que suministra una abundante mesa de novedades. Se ha dicho que es la obra maestra de su autor. Pero tiene algo mejor: es una obra maestra en voz baja, tal vez porque su tema es la muerte y ahí no hay nada que enfatizar. Enfermo de cáncer, un padre le pide a su hijo que le acompañe unos días a la isla adriá tica que fue su territorio esencial. Para el enfermo, la familia ha sido siempre "una recíproca indiferencia"; ahora, en esa isla, "un muerto y un vivo se hacían compañía". Ante la evi dencia de la degradación física de su padre, el hijo asumirá que la muerte los ha reunido para afi anzar la última distancia, el aprendizaje de la despedida. La conciencia de que, con la pérdida del padre, pierde un paisaje, una isla, una extensión de su memoria.
El camino del guerreroHisteriaInformatica socialEl cartero siempre llama dos vecesGran Duque de GandiaEl pintor de su deshonraEl pleito matrimonialEl Santo Rey don FernandoEl veneno y la triacaLa nave del mercaderLa viña del señorLa hermosuraLas cadenas del demonioLas manos blancas no ofendenTriunfar muriendo

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